Antes de responder esa pregunta, te voy a contar todo lo que debes saber sobre esta condición, ¿Cuáles son las primeras señales de alerta? ¿Por qué se da? y ¿Cómo ayudar a prevenirlo?

Lo primero que debes saber, es que todos nacemos con pie plano. Los bebés por naturaleza tienen una capa de grasa protectora que cubre las articulaciones, tendones y músculos debido a que en los primeros meses de vida este tejido es débil.

A medida que transcurre el tiempo ese tejido blando del pie necesita tensarse para ir formando el arco interno, el arco externo y el arco anterior.  Estos arcos están diseñados para cumplir con funciones específicas como:

En un escenario común la formación de todo este gran arco plantar ocurre a partir de los dos primeros años de vida, mientras el infante empieza a dar sus primeros pasos, adquiere estabilidad, fortalece huesos y musculatura.

Entonces… ¿Cuáles son las señales de alerta?

Presta atención si tu pequeño empieza a caerse recurrentemente, si su andar es torpe o la estabilidad es escaza. También es posible que empiece a cambiar su forma de caminar debido a la sensación de dolor o incomodidad que produce el arco vencido o que desarrolle cierto grado de inclinación del talón hacia afuera.

Una interrogante muy frecuente entre los padres de niños con pie plano es ¿Por qué se da esta condición? Y la respuesta básicamente es que al tendón, músculos y ligamentos del pie les hace falta estímulos que los fortalezcan. Al estar debilitados el peso del cuerpo simplemente hace que caigan parcial o totalmente.

Muchos estudios señalan que el pie plano puede ser congénito, es decir que lo heredamos de nuestros ancestros o puede ser un pie plano adquirido que normalmente se da cuando existe un aumento excesivo del peso corporal en el caso de los adultos.

Es muy importante tener en cuenta que el pie plano no es una enfermedad, sino una variación anatómica que puede tener solución con un tratamiento adecuado a temprana edad.

¡La prevención es una carrera contra el reloj!

La anatomía de un niño por naturaleza es flexible. Ese es el elemento que tenemos a favor y ahí radica la importancia de la detección temprana. Sugerimos visitar a un especialista para que pueda determinar los ejercicios y tratamiento adecuado según la edad del niño, pero por lo general existen ejercicios sencillos que podemos hacer en casa a modo de juego al menos 10 min al día, aquí te contamos algunos:

Dependiendo de la edad del niño podemos sumar a estos ejercicios el uso de plantillas ortopédicas o calzado anatómico que respete el espacio adecuado para los dedos, que no sea apretado y que cuente con soporte de arco.

Entonces, para resumir todo lo que aquí hemos explicado y para responder la pregunta inicial de este blog, voy a concluir diciendo que el pie plano puede ser corregido y prevenido desde los 5 hasta los 10 años. Si tu hijo está dentro de este rango de edad, increíble, ¡manos a la obra! Los resultados empiezan a notarse luego de los 2 primeros años del tratamiento, debes tener presente que la constancia es clave para ver avances positivos.

Caso contrario lo que te convendría mejor, es empezar con cuidados paliativos, utilizando calzado ortopédico o anatómico con el soporte de arco y apoyo especial para pie plano o plantillas especiales que le ayuden a tu hijo a realizar sus actividades de rutina y deportes de la forma más cómoda posible.

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